El proyecto dio inicio el 1 de enero de 2025 y está previsto que concluya el 31 de mayo del 2025. Las actividades comenzaron con la socialización del proyecto ante el Consejo Municipal de Suchitoto y las Asociaciones de Desarrollo Comunal (ADESCO) de los cantones Las Lomas y El Rosario. Estas comunidades forman parte del distrito de San Bartolomé Perulapia, en el Municipio de Cuscatlán Norte, departamento de Cuscatlán, El Salvador.
Posteriormente, se llevó a cabo la selección de las mujeres sujetas de derecho, conforme a los requisitos y compromisos establecidos en el proyecto. En total, se ha beneficiado a 32 mujeres. De ellas, 20 pertenecen al cantón Las Lomas y están involucradas en la implementación de 20 granjas de gallina india mejorada, una por cada beneficiaria. Las otras 12 mujeres provienen del caserío El Rosario y participan en actividades agrícolas bajo ambientes protegidos, específicamente en tres casas malla, trabajando en equipos de cuatro mujeres por estructura.
Este grupo de mujeres también participó en un proceso de formación enfocado en el fortalecimiento de capacidades agroecológicas y productivas. La instalación de las tres casas malla ha permitido diversificar e incrementar la producción agrícola, implementar prácticas sostenibles y mejorar la calidad de los cultivos, contribuyendo así a la seguridad alimentaria y al empoderamiento económico de las participantes.
La implementación de las granjas de gallina india mejorada y de las casas malla ha tenido un impacto significativo en la calidad de vida de las beneficiarias, permitiéndoles el acceso a alimentos sanos y nutritivos, y fortaleciendo el bienestar de sus familias. A su vez, se promueve la generación de ingresos sostenibles a nivel comunitario, a través de una producción orientada tanto al autoconsumo como a la comercialización.
Este proceso ha contribuido al fortalecimiento de las capacidades productivas, organizativas y de liderazgo de las mujeres participantes. Cada casa malla ha sido equipada con los insumos básicos necesarios para la producción agrícola, incluyendo sales minerales para la elaboración de biofertilizantes, así como caldos sulfocálcicos y bordelés, utilizados para el control ecológico de plagas y enfermedades en cultivos de hortalizas.
Hasta la fecha, las mujeres han recibido herramientas, insumos, y asistencia técnica especializada para el manejo adecuado de las casas malla. También han participado en actividades de formación en agroecología, también acompañamiento técnico constante, seguimiento y monitoreo, lo que fortalece la sostenibilidad del proyecto y fomenta su apropiación por parte de las beneficiarias.
El plan de capacitación se ha ejecutado en su totalidad, abarcando temas clave como técnicas agroecológicas, gestión empresarial y comercialización de productos, cuido y manejo de Aves de corral. Por su parte, las mujeres que lideran las granjas avícolas han sido dotadas con todos los recursos necesarios, incluyendo materiales de construcción, equipo e insumos como alimento concentrado y un plan profiláctico integral para garantizar el buen estado sanitario de las aves.
Se ha reforzado la capacitación en el manejo adecuado de las aves, abordando aspectos como el cuidado diario, la implementación de buenas prácticas de crianza y la aplicación de medidas preventivas para el control de enfermedades. Estos conocimientos aseguran que las granjas se mantengan saludables y productivas, garantizando así el acceso a carne y huevos de calidad, lo que contribuye a una alimentación más segura, equilibrada y nutritiva en los hogares beneficiarios.
El fortalecimiento de las capacidades técnicas y productivas de las mujeres ha generado una producción agrícola y avícola más eficiente, basada en buenas prácticas ecológicas. Esto ha permitido reducir los costos de producción, proteger el medio ambiente y ofrecer productos sanos, libres de químicos tóxicos, aptos para el consumo humano, mejorando así la nutrición y la salud de las familias involucradas.